Las guerras siempre han sido parte de la humanidad, pareciera que siempre tenemos algo por que llegar al campo de batalla. La lucha por derechos, riquezas, honor y conocimiento responden a nuestro deseo de obtener sin tomar en cuenta el sistema completo. El deseo de obtener solo para nosotros implanta en nuestros corazones el egoísmo cubriendo la verdadera solución a nuestros problemas. La solución que buscamos como humanidad es vivir en un mundo equilibrado que solo podremos encontrar con la fuerza del amor. La raíz de nuestro estado está en el interior del hombre, en nuestra voluntad y capacidad de amar. El ser humano siempre encuentra un motivo para pelear sin entender con quien realmente es su batalla. La guerra más importante y la de mayor victoria será llegar al entendimiento del amor entre nosotros mismos.