Tiene que ser el frío que nos congela y nos estremece los huesos, el calor insoportable o quizás son las inundaciones de todo tipo que nos ahogan. Es la falta de concienciación y aceptación de nuestra parte para trabajar y cambiar algo que nosotros mismos hemos creado con nuestra desobediencia, avaricia y poder. Los eventos de cambio en el mundo al igual que en nuestras vidas se definen por sucesos que han sido permitidos a través del tiempo. No podemos responsabilizar a ninguna otra cosa por las consecuencias que nos llegan a raíz de la desobediencia a las leyes naturales solo a nosotros mismos. Las leyes que demandan nuestro cumplimiento no son físicas, las consecuencias lo son. Las leyes que nos rigen son invisibles a nuestros ojos al igual que inicialmente su cumplimiento. Al ser seres humanos viviendo en este mundo entendemos que las mismas las cumplimos en este plano físico, pero su cumplimiento real y determinante no es en nada fuera de nosotros sino en nuestro interior.