La capacidad que tengamos para conocer nuestro entorno y a nosotros mismos nos permitirá mantener un pensamiento constante de unidad. El entender la causa de nuestro estado posibilitará una organización en respuesta a lo que vemos y sentimos. Al tener una visión ampliada y poder percibir la unificación en todo, nos será posible proclamar constantemente la unidad en nuestro proceder. Así estaremos aptos como terreno fértil para plantar hierbas y árboles que produzcan flores y dulces frutos. Estaremos listos para transferir el amor hacia una nueva generación. Procurando que nuestro carácter tenga consciencia contante de unidad, nuestro deseo estará realmente completo y dirigido correctamente. El descubrimiento de ese deseo e intención de otorgamiento es lo que creará una consciencia de unidad y el esperado mundo del mañana.