Todo se encuentra en nuestro interior, siendo un reflejo de lo que proyectamos en la vida. Perdonar o ser perdonado es una aceptación de las circunstancias y del crecimiento como seres humanos. Cuando el poder del perdón ocurre reflejamos una energía sanadora que trasmitimos a los demás. El proceso de perdonar demanda un cambio en nuestro estado que siempre obra para bien según la necesidad en la persona. Ese proceso de aceptación nos lleva a una nueva etapa para continuar convirtiéndonos en mejores seres humanos. La importancia del perdón concedido o solicitado es un ascenso directo de nuestra conciencia y un boleto seguro para acercarnos a nuestro Creador.