Tenemos la solución a la violencia creando más violencia con la esperanza que recapacitemos todos y no la utilizemos para seguir viviendo. Entenderemos que no es como saldremos del fuego sino como no nos incendiamos. Los seres humanos continuamos buscando soluciones a nuestros deseos egoístas sin atacar el problema, el cual reside dentro de cada uno de nosotros. Es un problema global que se podrá resolver con la atención de todas las partes. Solo prestando atención a las intenciones detrás de nuestras acciones podremos llegar a un estado de reconocimiento del mal en nosotros mismos. No importa lo que creamos ó quienes seamos siempre estaremos bajo el control de leyes espirituales específicas las cuales son fijas y determinadas. Nuestra respuesta al interactuar bajo estas determina el estado en que nos encontramos y estaremos en relación con nosotros mismos.