La persona que no vive su vida trabajando con su interior pierde años de crecimiento y en su paso deja un manto de sufrimiento, conciente o inconcientemente trata de llevar a su estado a los demás. Somos naturalmente egoístas, pero nuestro trabajo es transformar esa condición del ser para poder trabajar nuestro exterior...nuestro entorno para que funcione de acuerdo a la naturaleza de nuestro Creador...en perfecta armonía.