Una persona debería sentir tranquilidad al ver la transformación natural del ser debido a que ese deceso indica que esa alma acabó su propósito en esta existencia y regresa a reunirse con la raíz y la fuente de vida. Es comprensible la tristeza por la ausencia que produce, pero el regalo eterno de los maravillosos momentos vividos deben recompensar y llenar el alma de los que observamos el proceso.