"Tus derechos comienzan donde terminan los míos". Una frase popular egoístamente fundamentada que identifica el problema entre nosotros. El ser humano siempre busca primero su bienestar y luego el de los demás. Los derechos de nuestro prójimo son tan importantes como lo son los nuestros. Los derechos de los demás no comienzan donde terminan los nuestros. Los derechos del prójimo son igual a los nuestros sin duda alguna. A menos que seamos parte de la privación de nuestros derechos por haber violentado la ley, nos cobijan los mismos derechos y oportunidades. En esa declaración estamos priorizando nuestros derechos para luego hacer partícipes a los demás. "Tus derechos comienzan y terminan en igual condición que los míos".