No podemos sentir ni ver los efectos de las acciones que realizamos debido a la falta de reconocimiento de la interdependencia entre todos. Sin importar nuestras convicciones, las intenciones detrás de nuestas acciones definen el bienestar de cada uno de nosotros. Cada pensamiento e intención al ejecutar una acción determina nuestra separación o cercanía. Estamos entrelazados espiritualmente y todos formamos parte de un sólo organismo donde las células somos nosotros. El proceso de llegar a una unión trascenderá toda cercanía física. Nuestro amor será posible con el desarrollo del entendimiento de nuestro estado y el deseo de otorgar entre nosotros. La humanidad llegará a una comprensión total de lo que se oculta detrás del manto físico. Entenderemos que la cura de nuestra enfermedad no está fuera sino dentro de nosotros, en la importancia de lanzarnos a amar.